Varisara
dhauti o Shankaprakshalana: Es una técnica del yoga que se incluye
dentro de las KRIYAS o acciones que se realizan para purificar el
cuerpo, las emociones y la mente.
La
palabra Kriya significa "Acción". Una Kriya es una "acción completa"
que implica toda tu conciencia y energía para tomar una dirección
concreta. Es una acción donde "debe germinar la semilla".
Esta
práctica yo recomiendo realizarla dos veces al año, con los cambios de
estación, preferiblemente de la primavera al verano o de otoño a
invierno. El momento más adecuado es por la mañana en ayunas; un día en
que no tengas prisa y puedas hacer ejercicios de relajación, meditación o
yoga.Para
la limpieza se utiliza agua salada, superando siempre la concentración
salina del plasma sanguíneo (cerca de 9 gramos por litro).
Efectuar la limpieza con agua salada puede llevar entre una y tres horas.
El
agua, al contener sal, no es absorbida por los intestinos −un poco sí,
pero la mayoría sigue el tracto intestinal deshaciendo todos los
residuos fecales y arrastrándolos hacia afuera.
FISIOLOGÍA DE VARISARA DHAUTI (Shankaprakshalana)
Como
se muestra en el diagrama, hay 5 válvulas o esfínteres por los cuales
atraviesan los alimentos. En cualquier etapa de nuestra vida nuestro
sistema digestivo puede acumular tensiones musculares, tensiones
emocionales o incluso tensiones mentales.
Por
ejemplo, algunas personas tienden a acumular sus tensiones
principalmente en la región del estómago: válvula esofágica (1) o la
válvula pilórica (2). Otros pueden tener un bloqueo alrededor de la
válvula ileocecal (3), y otros en el colon (4) o el ano (5). De hecho,
en el ano hay dos esfínteres: uno interior y uno exterior. Ambos tienen
que coordinarse para que funcione correctamente.
Normalmente,
cada uno de estos esfínteres se auto controlan involuntariamente, pero
lo que sucede después de muchos años de abandono físico o abuso, es que
pierden su función natural, se vuelven ineficientes y poco a poco el
sistema comienza a hacer fallida. Esto provoca lo que se conoce como
auto toxemia, un estado donde los propios desechos del cuerpo empiezan a
envenenarle a uno mismo. La comida basura, el sedentarismo, comer a
deshoras o la deshidratación son razones suficientes para que el sistema
digestivo se vuelva ineficaz en la asimilación y en la eliminación.
Es hora de tomar un poco de agua con sal para restablecer el sistema digestivo tan castigado por nuestros estilos de vida.
El
agua pasa a través de todos los esfínteres y junto con los movimientos
descritos más adelante y la respiración, masajean suavemente las
válvulas relajándolas y ayudándolas a abrirse. Todo el proceso ayuda a
que las válvulas recobren el autocontrol (la función involuntaria) y que
los órganos conectados a ellas consigan una mejoría en el sistema
nervioso.
Cuando
ingerimos alimentos, estos pasan por un proceso de descomposición para
ser absorbidos sin dificultad por nuestro sistema digestivo. La realidad
es que no nos han enseñado a comer.
Primero
hay que masticar bien los alimentos y cocinarlos en su punto. La saliva
es el primer agente químico que ayuda a descomponer los alimentos
ingeridos.
Al
llegar al estomago, los ácidos gástricos se encargan de descomponer aún
más la comida. Esta tarea tendría que ser sencilla si hubiésemos
masticado bien los alimentos; pero en vez de ello, sobrecargamos al
estómago con todo el trabajo. También es una práctica bastante común el
comer muchos fritos, carnes y dulces en la misma toma. El estómago
fabrica enzimas digestivos específicos para cada tipo de compuesto
químico a “trocear” y cuando varios de ellos se juntan en la misma
digestión, uno anula al otro. La compatibilidad de los alimentos es una
cosa a tener en cuenta; por supuesto, sin obsesionarse a la hora de
elaborar un menú.
Siguiendo
el recorrido de la ya formada “pasta alimenticia” al llegar al
intestino delgado ésta es bañada por la bilis: un líquido verdoso y
ácido que ayuda a emulsionar los ácidos grasos para que puedan ser
absorbidos con mayor facilidad. El problema aparece cuando esa “pasta de
alimentos” está sobrecargada con grasas de difícil absorción, las
llamadas saturadas. Evidentemente, el hígado tiene que fabricar más
bilis para poder fragmentar toda esa cantidad de grasas con la
consecuencia que todo el proceso de la digestión se ralentiza. Por si
eso no fuese poco después de muchos años utilizando todo el sistema
digestivo este se ensucia obstruyendo las vellosidades por las cuales
son absorbidos los nutrientes.
Imagen
de las vellosidades intestinales. Se pueden apreciar los pliegues y las
zonas en las que se pueden acumular restos de comida.
Estas
vellosidades son las encargadas de que todo nutriente que se encuentre
en el intestino sea absorbido y llevado al torrente sanguíneo. Imagina
si después de un proceso de comer mal y de baja calidad, encima al
llegar a este punto lo poco que podamos conseguir de los alimentos no es
absorbido y “pasa de largo” hacia su evacuación posterior.
Todo
ello sin contar lo que he explicado anteriormente del tremendo impacto
que producen los nervios, estrés… en nuestro sistema digestivo.
Pero
aún podemos empeorarlo más. Si contamos que fumamos y todo ese humo se
deposita sobre las células de nuestros órganos impidiendo el paso de
nutrientes y irritando el tracto intestinal así como al resto de órganos
y de que si nos gusta “darle a codo” más de lo que nuestro organismo
puede asimilar no es de extrañar que aparezcan enfermedades crónicas
relacionadas con nuestra forma de alimentarnos.
Nuestra
sociedad actual, hablando por la mayoría, es la más mal alimentada de
la historia humana. Muchas veces me quedo maravillado del cuerpo en el
cual algunos vivimos. Con todo lo que le hacemos y, en mucha medida,
gracias a los químicos que le damos para reparar lo que no hemos sabido
alimentarle, tenemos la posibilidad de vivir longevamente.
No podemos quejarnos de nada, tenemos un organismo a “prueba de bombas”.
Una
de las cosas que más encuentro en falta en las escuelas es el tema de
enseñar a los niños y, de rebote, a los padres una buena práctica de
alimentación consciente.
Esta
limpieza intenta corregir un poco todos esos desequilibrios
nutricionales que diariamente estamos aplicando a nuestro organismo. En
el próximo libro que estoy escribiendo “Nutrición Evolutiva: física,
emocional, mental y espiritual” profundizaré más en todos estos aspectos
de cómo llevar una vida en equilibrio. Soy consciente de que mañana
puedo ser yo mismo el que me encuentre en una situación de desequilibrio
y coger una enfermedad maligna, pero al menos me podré disculpar
diciéndome que hice todo lo que estaba en mis manos para conservar mi
estado de salud.
Shankaprakshalana no hace milagros pero ayuda a recobrar la armonía de nuestro sistema digestivo.
El
agua templada con sal al recorrer todo el sistema digestivo junto con
los movimientos, va limpiando y relajando los órganos consiguiendo
desincrustar de las paredes de nuestro intestino aquella película de
suciedad que durante muchos años se ha ido depositando formando un tapón
en las vellosidades.
Esto
es realmente una cosa increíble que los yoguis descubrieron. Disponemos
de un método realmente eficiente para “limpiar la suciedad” de las
células que forman la pared intestinal y para purificar la sangre. Así
que vemos que hay muchos, muchos elementos de esta técnica profundamente
rejuvenecedora.
Tal
vez, hay otros aspectos de la anatomía y la fisiología que aborda
Shankaprakshalana de la que no somos conscientes en la actualidad, pero
la evidencia de los muchos estudiantes que se han sometido a esta
práctica durante muchos años, la convierte en una herramienta
indispensable en el cuidado personal.
BENEFICIOS DE LA LIMPIEZA INTESTINAL
• Purifica todo el tracto digestivo
• Previene la formación de tumores en el intestino.
• Limpia la sangre y combate las impurezas de la piel.
• Desintoxica al organismo en general.
• Lava el estómago y elimina el mal aliento.
• Descongestiona el abdomen descargando los intestinos de heces y residuos acumulados.
• Regenera la flora intestinal facilitando la absorción de los nutrientes.
• Disminuye el apetito.
• Vigoriza al organismo.
• Aumenta la concentración mental.
• Regula la evacuación y elimina el estreñimiento.
• Previene y combate enfermedades relacionadas con la intoxicación de la circulación sanguínea.
• Proporciona una sensación de ligereza corporal y estimula el buen humor, la alegría y la jovialidad.
•
Ideal para personas que deseen comenzar una Sadhana (práctica
espiritual) en condiciones de pureza, así como requisito fundamental en
prácticas más energéticas como: Kundalini Yoga, Kriya Yoga, Mantra Yoga,
etc.
RECOMENDACIONES A TENER EN CUENTA:
-
Si es la primera vez que realizas esta limpieza es mejor que una semana
antes hayas practicado los ejercicios que aquí se describen y también
cambies un poco de dieta: come menos carne y pescado de lo habitual o si
puedes mejor que prescindas de ellos. Lo mismo con los productos
lácteos y derivados. Una buena alimentación anterior y posterior a la
limpieza sería a base de cereales, verduras y frutas.
-
Si sufres de restreñimiento crónico u ocasional esta limpieza puede ser
una buena oportunidad para cambiar hábitos, pero ten en cuenta de
seguir las instrucciones al pie de la letra y no comer mucho la semana
anterior a la limpieza, el efecto “tapón” podría ser muy molesto.
-
Las personas con sensibilidad a las comidas picantes o que les producen
diarrea con facilidad ciertos alimentos (pimiento, berenjena, ajo,
cebolla…) tienen que tener especial atención en lubricar la zona anal
con aceite de oliva antes y después de cada evacuación por la sensación
de escozor que se produce evacuar el agua con sal.
-
No te saltes los ejercicios y repítelos siempre que bebas el agua
preparada o sientas molestias al sentir que el agua está estancada en el
estómago o en el vientre.
-
El efecto “tapón” se produce cuando hemos bebido una cierta cantidad de
agua y por miedo, por no haber bebido lo suficiente o por no haber
tenido en cuenta las anteriores recomendaciones, se produce un malestar
de “estar lleno”, sensación de querer vomitar o ambas. No te preocupes.
Primero de todo relájate y empieza hacer los ejercicios que se describen
a continuación, especialmente los “Ejercicios de desbloqueo”.
- Las personas con enfermedades graves sigan las recomendaciones de su médico de cabecera.
MÉTODO A SEGUIR:
Primero:
hervir un litro y medio de agua embotellada y ponerle dos cucharadas
soperas rasas de sal marina o sal del Himalaya. No aconsejo utilizar sal
común refinada y con aditivos. Una vez hervida el agua, mezclarla con
un litro y medio de agua embotellada del tiempo. De esa manera está
lista para reposar durante quince minutos y coger la temperatura ideal
para el cuerpo.
Segundo:
con el agua templada, ya lista, agregar cuatro cucharadas soperas de
aceite de oliva y remover bien. Al principio, beber cuatro vasos –del
agua preparada: hervida + embotellada + aceite– y hacer las posturas,
explicadas más adelante, para facilitar el tracto intestinal. Si cuatro
vasos te resultan demasiados, tómate al menos dos.
Por último:
si al terminar de beber el agua de toma (3 litros), ves que no sale
limpia al evacuarla, yo no me preocuparía demasiado. Evidentemente la
limpieza no es total, pero eso suele pasar por el tipo de alimentos que
ingerimos y lo más seguro es que durante el día acabemos de ir al
servicio o incluso a la mañana siguiente y aún podamos observar que
estamos limpiando restos. Con el tiempo y las modificaciones en la dieta
seguro que progresaremos y nuestro sistema digestivo “se ensuciara
menos”. No le daría más importancia, y paciencia hasta la próxima
limpieza.
Si todo el proceso fue como la seda y
te sientes estupendamente puedes volver a hacer todo el proceso de
limpieza por segunda vez, hasta conseguir que el agua salga tan limpia
como la que ingeriste.
Esperar a ingerir líquidos hasta la primera comida, que deberá efectuarse entre media y una hora después.
SECUENCIA DE TOMAS Y MOVIMIENTOS:
Beber cuatro o dos vasos de agua salada.
Efectuar los cinco movimientos descritos en “Ciclo de movimientos”.
Beber otros dos vasos más.
Ejecutar el ciclo de cinco movimientos de nuevo.
Seguir así hasta haber bebido seis vasos en total. Esto es un ciclo completo de toma de agua.
Ir
al lavabo y esperar a que se produzca la primera evacuación. En caso
que no se pueda, volver a efectuar los ejercicios sin tomar agua.
Si no se produce la primera evacuación, deberán practicarse los Ejercicios de desbloqueo.
Si todo fue bien, seguir con las tomas de agua y efectuar los ejercicios hasta finalizar los tres litros de agua salada.
Si
con los ejercicios de desbloqueo no se consigue evacuar deberá de
practicarse una lavativa para deshacer el tapón que seguramente hay en
la parte final del recto.
CICLO DE MOVIMIENTOS
Movimientos
básicos para facilitar la “obertura” y el tracto intestinal:
Shankaprakshalana es una técnica milenaria de la India y las posturas
aquí explicadas son las que desde tiempos remotos los Yoguis vienen
realizando para purificar su cuerpo, emociones y mente.
1er MOVIMIENTO:
Empezamos
de pie con las piernas un poco separadas, más o menos a la altura de
los hombros e intentamos relajar todo nuestro cuerpo conservando la
rectitud y la verticalidad. La mirada la fijamos en un punto imaginario
en el suelo para no perder el equilibrio.
Exhalamos
por la nariz (vaciar por completo) y al inspirar entrelazamos las manos
por delante, a la altura de la cadera y vamos subiéndolas acompañadas
de la inspiración (también por la nariz) a la vez que también levantamos
los talones del suelo. Al llegar a la vertical nos estiramos como si
quisiéramos tocar al techo y continuamos la inspiración (llenando) hasta
que no podamos más.
Al
finalizar la inspiración, las manos tienen que estar en la vertical y
el cuerpo, apoyado sobre las puntas de los dedos de los pies.
Al
llegar al estiramiento máximo que podamos (sin forzar) y con los
pulmones llenos, relajamos toda la postura y soltamos todo el aire que
tengamos, quedándonos de nuevo en la posición inicial. Repetir 8 veces.
Nota:
es importante que la respiración sea completa. Una respiración completa
es aquella en que al inspirar llenamos por completo nuestros pulmones y
al exhalar vaciamos por completo, con ayuda de los músculos abdominales
(apretándolos), todo el aire residual de los pulmones.
2º MOVIMIENTO:
Empezamos
de pie con las piernas un poco separadas, más o menos a la altura de
los hombros e intentamos relajar todo nuestro cuerpo conservando la
rectitud y la verticalidad. La mirada la fijamos en un punto imaginario
en el suelo para no perder el equilibrio.
Exhalamos
por la nariz (vaciar por completo) y al inspirar entrelazamos las manos
por delante, a la altura de la cadera y vamos subiéndolas acompañadas
de la inspiración (también por la nariz).
En
la vertical (con pulmones llenos) empezamos a exhalar sin bajar los
brazos a la vez que inclinamos el tronco hacia la izquierda. Vamos
soltando el aire a medida que nos vamos inclinando.
Al llegar a nuestras máximas posibilidades, lentamente inspiramos y regresamos a la postura vertical.
Sin
descender los brazos nos inclinamos acompañados con la exhalación hacia
el lado derecho. También en este lado al llegar al máximo recorrido
(sin forzar) iniciamos la inspiración a la vez que regresamos a la
posición vertical. Repetimos el proceso ocho veces en total a cada lado.
Nota: todo el recorrido es lento y está acompañado por la respiración completa.
3er MOVIMIENTO:
Empezamos
de pie con las piernas un poco separadas, más o menos a la altura de
los hombros e intentamos relajar todo nuestro cuerpo conservando la
rectitud y la verticalidad.
En
esta postura empezaremos con una profunda inspiración a la vez que
elevamos los brazos en paralelo a la altura de los pectorales.
Con
los pies “fijados” en el suelo y las caderas hacia adelante (a ser
posible sin moverlas) haremos una rotación de la parte superior del
cuerpo a la izquierda, a la vez que exhalamos inspirando regresamos a la
postura inicial y al volver a exhalar rotamos el tronco hacia la
derecha.
Esta postura es dinámica y se realiza con movimientos más “rapiditos” sin perder la capacidad de estar atentos a lo que hacemos.
A cámara lenta sería:
Partiendo
de la postura inicial (brazos en paralelo) exhalamos a la vez que
giramos los hombros (torsión) hacia la izquierda a la vez que el brazo
izquierdo hace el recorrido de ir de la posición delantera hacia la
trasera con todo el brazo estirado. El brazo derecho sigue el mismo
recorrido quedando medio flexionado a la altura del pecho e intentando
tocar el codo del brazo izquierdo (ver figura del ejercicio 3 lado
derecho, perspectiva desde arriba). La cabeza gira hacia el lado
izquierdo siguiendo con la mirada a la mano izquierda.
Una vez completado el recorrido con una inspiración regresamos a postura inicial con los brazos paralelos a la altura del pecho.
Exhalamos haciendo todo el recorrido hacia la derecha siguiendo las mismas pautas pero ahora es el brazo derecho
el que quedará estirado y el izquierdo medio flexionado. Importante
recordar que la cabeza gira y la mirada sigue la mano que llevamos hacia
atrás.
Nota:
esta postura es más dinámica que las otras y le prestaremos, si se
puede, aún más atención. Esto es debido a la inercia del giro, por lo
que evitaremos hacer “rebote” al llegar al final del recorrido (torsión
completa).
Repetir 8 veces en cada lado.
4º MOVIMIENTO:
Empezamos
acostados en posición cómoda sobre el vientre y con las piernas un poco
separadas, más o menos a la altura de los hombros.
Flexionamos los brazos y colocamos las manos a la altura de los hombros observando que los cojos toquen a los costados.
Inspiramos
y estiramos los brazos lo máximo que podamos evitando forzar demasiado
la curva lumbar. Al llegar a la posición medio erguida del tronco,
exhalar girando lentamente la cabeza hacia el lado izquierdo e intentar
ver el talón izquierdo.
Inspirando giramos la cabeza al centro y exhalando giramos la cabeza al lado derecho e intentamos ver el talón derecho.
Inspirando
giramos la cabeza al centro, relajamos la postura flexionado los brazos
y quedándonos en una postura cómoda hacemos un par de respiraciones.
Repetir 8 veces en cada lado.
5º MOVIMIENTO:
Partimos
de la postura de pie con las piernas un poco separadas, más o menos a
la altura de los hombros y con una exhalación descendemos a la posición
de cuclillas (fig. central). Una vez en esta postura, inspirando
llevamos la rodilla izquierda a tocar con el suelo y al exhalar volvemos
a la postura de cuclillas.
Repetir con el lado derecho. Repetir 8 veces en cada lado.
Alternativas:
Si al descender no podemos sostenernos en equilibrio en la postura de
cuclillas, buscar un lugar donde poder agarrarse.
En
cambio, si no tenemos flexibilidad y la postura resulta incómoda,
estirarse en el suelo de espaldas y con una exhalación elevar las
rodillas hasta que toquen con el cuerpo. En esta postura, con ayuda de
las manos sobre las rodillas, hacer el siguiente movimiento: al
inspirar, separar las rodillas (a la vez) del cuerpo y al exhalar,
llevar las rodillas de vuelta a tocar con el cuerpo sintiendo una leve
presión sobre el abdomen (no forzar).
Repetir 8 veces.
POSTURAS DE DESBLOQUEO:
En
caso de que el agua se quede en la parte baja del abdomen y te sientas
lleno. Estos movimientos son aconsejables solo para personas que no
tengan problemas de espalda.
1ª POSTURA DESBLOQUEO
Estirados
en el suelo boca arriba, recogemos las piernas y las juntamos a la
altura del pecho (fig. izquierda superior). Partiendo de esta posición,
con las manos reposando sobre las rodillas, inspiramos (coger aire) y
apartamos las rodillas ligeramente del cuerpo (fig. inferior). Al
exhalar, (sacar el aire) las rodillas, con la ayuda de las manos, van
aproximándose al pecho ayudándonos a sacar todo el aire residual de los
pulmones hasta que tengamos necesidad de volver a inspirar. Recordad que
hay que ir apartando las rodillas ligeramente del cuerpo hasta sentir
que no podemos más (sin forzar). Repetir el ciclo de inspirar (apartando
rodillas) y exhalar (acercando rodillas) unas 16 veces.
Precauciones:
Al tener el estómago lleno, procurar no presionar demasiado fuerte las
rodillas contra el cuerpo, no se trata de pasarlo mal, tan solo hay que
sentir el suave masaje al inspirar y al exhalar.
2ª POSTURA DESBLOQUEO
Partiremos
de la posición de: tumbados en el suelo, estirados y boca arriba, las
manos separadas del cuerpo (fig. izquierda inferior) y con las palmas
sobre el suelo. Flexionaremos las piernas y las llevamos a la vertical
(fig. superior). En esta posición inspiramos y al exhalar, dejamos caer
las rodillas hacia la mano izquierda (fig. inferior). Al tocar el suelo
con una inspiración, regresaremos a la postura de partida (fig.
superior) y al exhalar de nuevo dejamos caer las rodillas a la derecha
(fig. medio), volvemos a inspirar y regresamos al punto de partida (fig.
superior).
Repetir todo el ciclo cuatro veces a la izquierda y cuatro veces a la derecha.
Precauciones:
Esta postura-torsión puede resultarnos algo más complicada si no
tenemos flexibilidad en la zona lumbar. Para protegernos las lumbares y
no hacernos daño podemos dejar un cojín (no muy blando) a cada lado del
cuerpo para evitar que la torsión sea completa. Es importante que los
brazos estén estirados y separados del cuerpo para que al ir
descendiendo las rodillas, podamos ayudarnos de las manos (apoyadas en
el suelo) y ejercer una suave presión hacia el suelo para así poder
controlar mejor el descenso de las piernas hacia los lados.
Una vez realizada la postura de torsión dinámica y sólo si te resulto fácil, podemos pasar a descansar en la postura.
Al
finalizar el ciclo anterior de torsiones dinámicas, dejamos caer una
vez más las piernas hacia la izquierda (recordemos con una exhalación) y
permanecemos en la postura de descanso unas 8 respiraciones. Luego con
una inspiración regresamos al medio y con una exhalación pasamos al otro
lado y permanecemos así también haciendo 8 respiraciones.
3ª POSTURA DESBLOQUEO
Posición
inicial: tumbados en el suelo sobre la barriga, con las manos y pies
completamente estirados. Empezamos exhalando y cuando sobrevenga la
inspiración levantamos a la vez las piernas y brazos (fig. inferior);
con la exhalación relajamos a la postura inicial. Repetimos ocho veces.
Precauciones:
Si no estás acostumbrado a hacer ejercicio, te aconsejo que dejes las
piernas descansando en el suelo y sólo levantes la parte superior del
tórax con los brazos medio flexionados hasta la altura que puedas llegar
(no forzar). Si sientes bastante dolor o tienes problemas en la
columna, simplemente quédate boca abajo haciendo las ocho respiraciones.
POSTURA SIMILAR AL DEL 4º MOVIMIENTO DE LA SERIE
En
la figura de la izquierda podemos apreciar cuatro dibujos que nos
servirán para entender el proceso de realización de la postura de “la
cobra” y “la esfinge”.
Estas
posturas nos volverán a “reconectar” a la serie principal del Ciclo de
Movimientos. Si en la serie anterior (3er movimiento) no tuviste
molestias al realizar la postura, puedes realizar la siguiente serie.
“La Esfinge”:
partimos de la postura en el suelo, boca abajo con los codos y
antebrazos apoyados sobre el suelo (fig. esquina superior izquierda),
más o menos a la altura de los hombros formando un ángulo de noventa
grados, las piernas juntas y los pies estirados tocando al suelo. Una
vez en la postura nos relajamos contando ocho respiraciones.
“La Cobra”:
partimos de la postura en el suelo, boca abajo con la barbilla tocando
el suelo y con las manos apoyadas sobre el suelo (fig. esquina inferior
derecha), más o menos a la altura de los hombros, y a ser posible con
los codos pegados a los costados (fig. inferior izquierda), las piernas
juntas y los pies estirados tocando al suelo (fig. inferior izquierda).
Con una inspiración extendemos los brazos (con suavidad) hasta
conseguir levantar el tórax a la vertical (fig. superior derecha). Sin
forzar y a ser posible sin levantar las caderas del suelo. Exhalando
descendemos hasta la posición inicial, descansamos una respiración y
volvemos a repetir hasta un total de ocho veces.
Si tienes preguntas puedes hacerlas en
el formulario, al final del blog.
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